Buscando familia III

Esta será la última entrada de esta miniserie. Podría dar para un blog entero solo analizando a las familias que nos vamos encontrando. La verdad es que esta entrada pretendo que sirva como ejemplo de por qué tenemos que preguntar hasta cansarnos, hasta las cosas más absurdas.

Familia Suiza:

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Una de las familias de Suiza que me contactó, eran ideales. Tenían una casa de cuento de hadas, suelos de madera, jardín enorme, casa del árbol… ¡vamos un sueño! Mi habitación era enorme con baño propio, tenían hasta fotos de estudio con sus hijos en el perfil. ¿Dónde estaba la pega? Pues que vivían donde el diablo perdió los calzones. ¿Cómo me enteré? Porque les pregunté si había au pairs por los alrededores y donde estaba el curso de idiomas. Resulta que tenía que ir a la ciudad de al lado al curso de idiomas, que si no era excesivamente caro y había abono mensual quizás me compensaba y me daba igual. Ya que el curso me lo tenían que pagar ellos y en Suiza se cobra más que en Alemania.



Les mandé un email para saber sobre los abonos de transporte, que sabía que solía ser caro y quería saber si me compensaba porque también tenía que trasladarme desde el aeropuerto (que estaba a tomar por culo).

¿Qué contestaron? NADA. Simplemente me ignoraron y lo dejaron pasar. Cuando ya había encontrado a mi familia me mandaron el típico mensaje de hemos encontrado au pair. No me dio ni fisco de pena.

Familia bosque:

Esta es la familia sacada del circo de los horrores de las familias y servirá como broche final. Me dijeron que vivían en Berlín. Y tenían 5 hijos. Casi me da un patatús. Pensé en darles a no directamente, pero como algunos de los niños eran bastante grandes (13-15 años) a lo mejor no tenía que cuidarlos a todos. Total que al final les contesté pidiendo más información, que nunca viene mal, siempre podrás dar la negativa más tarde. Total que solo tenía que cuidar a la pequeña. Era una familia de padres separados con sus respectivos hijos y la pequeña era la única hija común.

Siguiendo con las preguntas al final tenía que encargarme los fines de semana que estaban los niños allí para que los padres pudieran salir. ¿Por qué no aprovechaban los fines de semana que estaba solo la pequeña? Menos trabajo para mi sola y además ellos pasarían tiempo con sus hijos, cosas de las que nunca sabré la respuesta.

Les pregunté sobre el transporte y sobre el curso de idiomas. Total que vivían en las afueras de Berlín a 20 minutos en tren del centro, o eso decía. Solo me ofrecían los 260€ de pocketmoney, tenía que pagar el curso y el transporte de mi bolsillo. Luego me enteré de que tenía que tener horarios flexibles, MUY flexibles, que mi horario cambiaba todos los días y ya me dirían cuando eran mis días libres.

Yo ya les iba a decir que no, pero sin exagerar me mandaban como 3 mensajes al día, hubiese contestado yo o no.

Lo que acabó de rematarlo fue el momento: Hemos visto que te gusta mucho la naturaleza ¿Te importa que vivamos en medio del bosque?

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Imagínate mi cara de ¿Dónde está la cámara oculta por favor? Hablamos mucho de las estafas para sacarte dinero (scams) y se dan muchos consejos. Pero a mi esta familia me parecía también una estafa. Esto no creo que sea lógico. Si vives en medio de un bosque en plan enanitos de Blancanieves lo mínimo es que te paguen el transporte o el curso de idiomas. Que entiendo que tienen muchos hijos, pero vamos que esta gente no necesitaba una au pair, Necesitaba una señora de la limpieza/niñera con disponibilidad 24 horas y baratísima.

¡Menudo morro!

Conclusión: No tengas miedo a preguntar. Pregunta, pregunta y pregunta. Al final las cosas van saliendo a la luz. Así que no te apresures a decir que sí, siempre habrá más familias que te contacten.

¿Alguien se topó con alguna experiencia como ésta?

¡Nos leemos!